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martes, 14 de junio de 2016

HISTORIA SOBRE PROMESAS ECONÓMICAS PARA NO DORMIR.

Hace unos días leí unos mensajes sacados de Twitter que, en principio, creí que eran falsos. El problema vino cuando comprobé que no solo había uno sino que eran varios, y todos iban en la misma línea... a pesar de que efectivamente vivimos en el siglo XXI, en un país europeo occidental y miembro de la Unión Europea. Y se me vino a la mente el título de Cómo hundir una economía o cómo crear un "corralito" en 3 sencillos pasos... Toda una historia sobre promesas económicas para no dormir.


Eduardo Garzón es asesor del Área de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid

Y digo problema por tres razones claras: una, que el problema de poder pagar no se soluciona "imprimiendo dinero" sin más sino que nos metería en una espiral INFLACIONISTA; la segunda, que para poder hablar de soberanía monetaria primero habría que SALIR DE LA ZONA EURO (cosa que nos traería una crisis económica y de paro bastante grande durante a corto-medio plazo); y la última, que el problema no es la falta de demanda solucionable metiendo más dinero en circulación sino de oferta (el modelo productivo competitivo).

Imprimir más dinero (lo que los economistas llaman "emitir moneda") genera inflación, Y la inflación no es otra cosa que el precio de las cosas termine subiendo descontroladamente y que el valor del dinero de ese país termine bajando en picado.

Incluso, en caso ya extremo, se puede llegar a lo que se llama hiperinflación de las que tenemos precedentes en Europa entre los años 20-40, en Latinoamérica en las décadas 70-80, en Argentina a principio del 2000 o el caso más actual y extremo como es el de Zimbaue (véase el billete de CIEN TRILLONES DE DÓLARES emitido por el Banco de Zimbaue). ¿Qué significa esto?. Muy sencillo: si a fecha de hoy en España tuviéramos pesetas y se hiciera esto, una cerveza en un bar que cueste 166 pesetas (1 euro) podría pasar a costar 1.000, 20.000, 200.000 o lo mismo hasta 100 trillones de  pesetas.
 

Billete de Zimbaue (ejemplo de país con hiperinflación)

El crear dinero sin más SÍ PUEDE QUEBRAR LA ECONOMÍA DE UN PAÍS: entraría en un DEFAULT (suspensión de pagos - no podría pagar a sus acreedores), nadie les prestaría porque no se fían de poder cobrar y al no ser un país productivo, el empobrecimiento y el hambre radical están al 100% asegurados. Tener más dinero en los bolsillos no nos hace más ricos, porque dependerá del VALOR REAL DE ESE DINERO.

Por otro lado, no ha habido ningún caso de que haya habido un país que, teniendo una fuerte inflación, haya podido mantener una tasa alta y duradera de crecimiento económico y de creación de puestos de trabajo.

Asimismo, un Gobierno puede disponer de dos instrumentos para corregir problemas económicos como son POLÍTICA MONETARIA Y POLÍTICA FISCAL. Respecto a la Política Monetaria (llamada también "soberanía monetaria") España la cedió para lo bueno y para lo malo cuando entramos en el EURO: pensemos que si el valor del euro no lo gestionase el Banco Central Europeo precisamente para evitar que un país adoptara una política monetaria inflacionista (imprimiendo más euros) con lo que metería al resto de miembros (y a sus gentes) en una crisis de padre y señor mío. La cuestión está más que clara...

En cuanto a la Política Fiscal, España (al igual que el resto de países miembros de la Unión Europea y de la zona Euro) la puede controlar. Sin embargo, hacer a estas alturas un "crowding out" (política fiscal expansiva) que lo que hace es que el Estado meta dinero público para crear empleo, quitaría de enmedio a la inversión privada por no hablar del gasto público y el más que posible déficit que nos generaría con lo que ya de por sí tenemos y que no estamos cumpliendo (ni del objetivo déficit, ni del recorte de gasto público en lo innecesario).

Por último, aclarar unos últimos matices:

  • Antes de 1971 sí podía imprimir más dinero que las reservas oro que tuvieras, y crear dinero sin límite (¡como si ésa fuera la bendita solución!). El riesgo que se corría es el mismo que el de ahora: inflación, estanflación (inflación + paro) o incluso hiperinflación.
  • Un Estado no puede controlar por sí solo la Prima de Riesgo de los bonos que emite (deuda pública que vende a un plazo y cuyo dinero recibido lo devuelve con intereses) al margen de los Mercados. De hecho, una buena parte depende de las medidas estructurales que haga un Gobierno, de la seguridad jurídica o del atractivo para que los inversores compren bonos o inviertan en España; otra, del BCE (que compra deuda pública para ayudarnos y no "arrastremos" al resto de la UE); y otra, los Mercados que invierten o te prestan dinero. Por cierto, a fecha de hoy, nuestra Prima de Riesgo respecto al bono alemán está en torno a un 150%... y la Bolsa en caída libre (ahí dejo ese apunte).
  • Decir que España si tuviera soberanía monetaria (política monetaria) imprimiendo dinero no necesitaría cobrar impuestos para cubrir los gastos ES IMPOSIBLE. Defiendo que se baje la PRESIÓN FISCAL como método de reactivación económica (cosa que hasta la fecha brilla por su ausencia en todos los partidos políticos sin que se roce el populismo), pero mantener que con los bonos se cubre el déficit, el gasto público, etc. es como ir de banco en banco a pedir prestado diciendo por adelantado que no vas a pagarles ni lo que te presten ni los intereses.
  • Un excesivo INTERVENCIONISMO ESTATAL para controlar la economía es malo: una cosa es corregir y otra intentar controlarla totalmente. En un mundo globalizado (mercados y economías incluidas), en pleno siglo XXI, hacer de una economía nacional una economía rígida, es meter al país de cabeza al matadero... y a sus ciudadanos con él. Y si no, que le pregunten a Venezuela.

Este ejemplo no es el único "gazapo" o "suicidio económico" que ha estado circulando por los medios nacionales e internacionales, ya que hay más opiniones de "todos los sabores y de todos los colores" que también "meten la gamba" en lo económico: aún no he leído ni oído a ningún partido que prometa reducir de forma importante el gasto de la "grasa" de su respectiva maquinaria política; ni el que van a llevar a cabo una presión fiscal más suave y real; ni el fortalecer un modelo productivo que realmente sea competitivo (actualmente tiran del carro las exportaciones); ni tampoco explicar cómo se pretende reducir el déficit público para cumplir con los objetivos que nos pide la Unión Europea; o qué va a pasar con el fondo y el sistema de pensiones; ni qué modificaciones estructurales de peso se van a hacer.


Una cosa sí parece clara aunque digan lo contrario (e independientemente de quien gobierne): que después de las elecciones los impuestos los van a subir (mayor presión fiscal), y que a las pensiones les "meterán mano" antes del 2020. Solo espero equivocarme.



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